TEATRO, MICRÓFONOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

sábado, 29 de octubre de 2011

POL POT. POESÍA COMPLETA

A Shelma
No me importa con quien folles, sólo a quién dedicas los poemas de amor.
Pol-Pot.





   -Os habéis dejado el coche patrulla en la cabaña. Lógico -observó sensacional, sin objetivo, dándole a la máquina. –y a ti te recuerdo.
   La tía se paseaba nerviosamente por la estancia. La ira divina de ir a otro lugar. En nosotros no es que se olvidaran las expresiones duraderas, es que lo de pasado mañana lo veíamos hoy. Una vez, Jon durante un nuevo polvo en perspectiva se lo preguntó a la nave.
   Un jefe Martinez acatarrado nos deseó suerte y empezamos el desayuno. Los chicos me hablaron de las primeras razones. La viva imagen del otoño de algún otro país donde hicieron  cosas reales. Como  pueblos fantasmas me hablaron de putis y acorralamientos, con esperanza. Acompañaban nuestras comidas, irremediables y solidarios mensajes de ánimo que nos tiraban abajo.
   -Es la señorita L –dije señalando al  negro- Añadiéndole al día. -Negro, Nueva York. Nueva York, Cedric Ceballos. En un minuto América. También está buscando a mi hijo.
   Los tres muchachos se dirigieron al Cadillac blanco mejorado que se veía bien. La caja fuerte les defendería.- El callejón era muy estrecho. El jefe Martinez ordenaría sus dudas. El jefe Martinez les zumbaba.
   La casa aisló los uniformes que les acercaban. Los tres muchachos se dirigieron al Cadillac terapeútico zarandeándose. Millones de pérdidas diarias. Fred había perdido un colmillo y regalaba esa sonrisa legendaria  de encubridor moral instantáneo, que nunca entenderíamos.  M. conducía optimista porque había dormido poco. M Inclinó el trabajo del negro con calma. M pedía calma. La prioridad era M.
Mirando andar la gasolina del enano
, me chuleaba como muñeca japonesa- hasta
me secaba el pelo con la plancha
estaba pirado. Después se iba con
Los otros tres; se dirigieron
al Seat de los Seats,
Sin escapatoria,
Las putas se quedaron con las uñas y las heridotas de sus rabos.
Activadas-.
L  jugueteó solamente con su desayuno a la mañana siguiente.
No tenía hambre.  Se estaban observando los rastros del pelo, cuando volvió a quedarse dormido como de costumbre.
A.J
La lentitud del Súper mar


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