Busque ese poema balbuciente
Lleno de rencores profundos
Hermoso y traicionero,
El que da dureza, constancia y determinación
A los hombres, y alegría,
Y frescor a sus navajas.
Sea, por Dios, ese joven clásico que se dispara
en los pies para cortar la conversación, o
salvar sus deudas, meramente;
mientras, en el bolsillo del trasero
sigue llevando ese folio, que reza:
Sólo quería echarla un puto
polvo, y, posiblemente, con ese polvo
cambiarla la vida.
Si España pedía cachorros
Ese canto, no sería chico.
Sandro S.
Jaimitadas y codicia corporativa en Filipinas
Sandro S.
Jaimitadas y codicia corporativa en Filipinas
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