TEATRO, MICRÓFONOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

domingo, 2 de diciembre de 2012

BACON QUESO

¿Acaso, fuiste tú, de los que se sometieron
por temor a pecar de victorioso?
CB



La deformación de la pregunta anula la importancia de la vida, pero subsume las tareas literarias del contraespionaje sensato. El novelista recordó. Entró bajo la protección del gran H. había arruinado a Xavier tras los asesinatos detallados en los que participó por consejo del equipo. Su inmutabilidad en las comidas consiguió estropear el sueño de muchos americanos. El original archivo desde el que predicaba el pastel. La ocupación a cuchillo. La cadena de propiedad de la ametralladora. El fantasmal anciano suplantaba las llamadas del campus con el recuerdo de Cecilia hablando desde el buque a los traidores. Una operación disparatada los reúne hacia un destino ridículo. Uno de los gatos se sube al eucalipto fascista recordando la oscuridad pura del saloon. Las letrinas donde enjabonó al heresiarca y a su grillo. Las mazmorras criadas para la memoria. La ametralladora cae prisionera del amigo del poeta secreto nacido entre la escalinata y el camarote, por lo tanto, asiste sin enterarse y, ya desde chico a la declaración de principios de la banda de Borsheit. Había empezado la pintura, las reuniones y los asesinatos en Gerona. Una radio italiana sería la primera en destacarlo. Una semana que empieza con el americano telepático pisando al fanático de la embajada.



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