Alemania sabe lo que me gusta y cada vez amo más la época del robo de bebés en España. Porque si no, no hubiera nacido. Después de 4, 8, 10 tormentas saldré, el espejo en el sobaco, reinventando la ciudad y la cerveza. Ángela, voy a destruir los puestos de control con una serie de frases. Encontré tracción en el muñeco, el pistolero se relamía la frente erótica. Condujo el delicado capitán, sus rasgos diferentes, de lado a lado, según nuestros deseos; todos aplaudían para facilitar la vida ciudadana. Fui, pagué la habitación y me largué. El pistolero se sacó el auricular, siguiendo más la metáfora que el consejo. Tartamudearon magullados junto a la caza y la rareza. Qué cabeza tengo. Dirigí a los guionistas hasta aquella placa salvaje . El pasillo de los guiones se estrechaba. Buscando emociones nuevas, dependiente, personalista, crucé el velatorio del Tony.
Ricky B
Monísimas.