Habéis cometido dos errores:
sospechar de mí y confiar en mí.
Y no confiar en vuestro instinto.
Mi abuelo me dio tres
consejos en la vida:
No pidas helado de chocolate los miércoles.
Familia, amor,
amigos, poesía:
no son para el poeta.
Mira a la madre,
y si es una cerda.
Corre!
Después de la destrucción
del Mediterráneo
llegó ese dinero de Valladolid.
Mucho poli al límite al fin en mi consulta, hijo.
Ganador de copas extrañas,
Un caballo llamado Seno de Abraham,
y una cabra convertida en ceniza llamada Molly
Yo no conozco España.
Yo compro hierro compro puertas…
Comed buenas tajadas
porque ahora va a venir la libertad del cielo.
Comed buenas tajadas porque la verdad es alegría.
El santo temor sí, pero
el vano temor, nunca.
Y allí tienes un tambor muy bonito.
Y aquí doce apóstoles. Tengo ya casi cuarenta. Allí Pedro
y Pablo…
Yo no conozco España.
Pero por la noche duermo mucho y pienso.
Yo no conozco España,
pero por la noche
durmiendo
lo resuelvo todo.
Los hombres que saben por qué gritan
Y escapan las mujeres
Llevan 400 años viniendo aquí
El arte es el camino más fácil.
Yo tengo un recuerdo de esta casa:
Si me concentro lo suficiente,
apretando el culo, puedo sacarme
-automatismo renal-
las balas.
Después
os enterré, como a todos.
Con esperanza.
Os creé dos veces.
Os haré pasar, de dos en dos.
Un poema cojonudísimo. A la altura de lo guarra que eres (espero).
ResponderEliminarY las putas, ¿en qué se cagan?
Zum xum.
Ah, te tengo fichado. Sigo tus ladillas.
ResponderEliminarLo juraré hasta estar vivo.
Más Zum.
Zorra, bebe.
ResponderEliminarGP.