Durante lo subjetivo anida el gigante la terma que calibra
al originario que obra en pos de mis manos no alcanzando así cuanto le persigue
pero ay de ti si vomitando indefenso me lo alcanzas.
Y es que nos marchamos doblados de un ascetismo en guerra
dado a la hazaña yo diría mira este velo que dirijo al corazón
Empieza tú una guerra dorada y la imaginación descuartice el pensamiento o como fuere calce la respiración muertes ligeras
Empieza tú una guerra dorada y la imaginación descuartice el pensamiento o como fuere calce la respiración muertes ligeras
En esa misma secuencia su último trabajo la confianza de
unos billetes futuros la vara de la sangre al recuperar al detener los caballos
los verdaderos que lo abandonarían yo busco reinar en ese chico abandonar a mis
reclutas evolucionados.
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